A mi eterno amor:
Gracias por regalarme la dicha de estar a tu lado, gracias por cada minuto de tu compañía, por tus besos, por tus caricias y por esas palabras tan dulces que salen de tu boca y me susurras al oído, diciéndome “te amo”.

Eres irresistiblemente encantador, tu sensibilidad y tu ternura me hacen amarte cada día más, eres la mujer de mi vida. Llegaste a mí como un rayo de luz en una noche obscura y tenebrosa y me ofreciste tu regazo para acurrucarme y sentirme segura.

Simplemente TE AMO.

Tú eres mi tiempo, el dueño de mis horas, el único amor, al que le regalo versos sin ser poeta, porque tu amor me hace ser una persona mucho mejor para dar y recibir este gran amor que hay entre nosotros. Quizás nadie lo entienda y hasta nos digan telenovelas, sigamos así amor mío, que ya no quiero otro amor que no sea el tuyo…

¡Feliz San Valentín, amor mío! Cerraremos los ojos, así nos sentiremos tan unidos que aun cuando pase el día y la noche,
seguiremos sintiéndonos juntos.

                      Juntos hasta que vuelva el nuevo día…

¡Te amo!
Siempre tuya, siempre mío, siempre nuestro...